Autenticidad y detalle
La tradición del bordado es una manifestación artística que se ha transmitido de generación en generación. Los bordados del territorio, elaborados con meticulosa precisión y un profundo sentido estético, son apreciados tanto por su calidad como por su belleza.
Estas piezas son un reflejo del patrimonio cultural y la habilidad de los locales que se dedican, los que trabajan combinando técnicas profesionales y algunas más modernas para conseguir increíbles resultados. La moda de este entorno se distingue por su autenticidad y detalle minucioso.